
¡Qué felicidad!
AHORA TENEMOS MÁS PETRÓLEO
... pero ¿A quién se lo vamos a vender?
¡Qué bonito todo esto del concepto de patria!... nos hace grandes, nos hace fuertes. Al menos eso es lo que piensan nuestros "padres de la patria" (Término que, de tomarlo desde el punto de vista de la realidad de nuestros diputados, resulta un oxímoron). Hace años que "patria" es una mala palabra para el común de los ecuatorianos, que dejarían de serlo, con todo el gusto del mundo, si les dan la oportunidad de ser ciudadanos de EUA o de cualquier país de Europa.
Como un simple consumidor de medios tendría una sola respuesta a todo este problema de la OXY: La cagamos. ¿Por qué? Porque se ha tomado una decisión política a una acción que debió ser resuelta por la vía legal.
Ahora los políticos de EUA tienen manos libres para devolvernos el favor de forma política. Cancelar los beneficios al atún, ya mermados actualmente, por ejemplo. O pueden terminar con las ventajas a las flores; todos estos pactos político-comerciales. Si quieren ver saltar a las fuerzas armadas pueden, tranquilamente, cancelar el apoyo a la lucha contra el narcotráfico. ¿Quieren ver cómo regresa Manta a la edad de bronce? Pongan el letrero "Good Bye and good luck" fuera de la base.
Lindas decisiones. A tono con el momento político que vivimos: Elecciones.
Por otro lado: las naciones, en la actualidad, son entes corporativos donde todos los ciudadanos tenemos compradas acciones (Y seguimos comprando, con impuestos por un lado y por la deuda por otro), donde elegimos a cientos de representantes de nuestras acciones para que hablen por nosotros en la conducción de la corporación. Apegándonos a la metáfora ¿Usted le pegaría una patada al hijo de su mejor cliente? Quizá sí, niño malcriado recibe instrucción adecuada en cualquier parte… pero al menos no lo va a hacer frente al padre y con publicidad de por medio.
Veamos pues que resulta de todo esto, quizá salgamos airosos, es posible que tocando fondo lleguemos a entender que como país no somos nada y que necesitamos, por miles de razones, ser un solo estado con el resto de latinoamericanos, nuestros hermanos de sangre, de lengua, de raza y de miseria. O podemos terminar como la utopía del ex Presidente Borja “Una isla de paz”. Pero de paz de cementerio.
Así dez!®